Tiempo ida y vuelta: 4 h 30 min Distancia: 16 km Dificultad: fácil Desnivel: 320 m
Esta ruta, que en este caso conecta los pueblos de Lalastra y Herrán, probablemente sea la más conocida de Gaubea – Valdegovía y no es de extrañar: se encuentra en el Parque Natural de Valderejo, es cómoda, posee un atractivo desfiladero con saltos y pozas, una fotogénica cascada y diversos de elementos culturales (iglesias, ermitas…) que sirven para pasar toda una jornada agradable.
Dejamos el vehículo en el aparcamiento de Lalastra y tras cruzar la plaza pasamos junto a la iglesia de Santa Elena y su curioso reloj de una sola aguja, la horaria, sin minutero. Anexo a ella hay un potro de herrar.
Continuamos y llegamos a la Casa del Parque Natural de Valderejo (este año el parque cumple 25 años), donde podemos obtener información sobre rutas, flora y fauna.
Justo en frente una señal indica el inicio de la Senda del río Purón y comenzamos a caminar, primero entre arbolado y después por una planicie de pastos desde donde vemos un soberbio paisaje: bajo el cielo, los farallones del monte Vallegrull y la ermita de S. Lorenzo; en la ladera, las hayas con colores otoñales y en la base, los pastos verdes y las ruinas del pueblo de Villamardones.
Seguimos la senda ahora por un pinar, siempre atentos en las bifurcaciones pues debemos seguir los postes con un círculo amarillo, y poco a poco, ahora también entre hayas y bojes, descendemos hasta el arroyo Polledo que después se unirá al Purón.
Tras cruzar un estrecho rocoso con el Purón cruzando un hayedo llegamos al pueblo abandonado de Ribera, cuya iglesia románica y pinturas murales se pueden visitar ahora o la vuelta (la describí aquí).
Siguiendo las señales de las Senda Purón y tras pasar un área de descanso con mesas, atravesamos una amplia campa y nos dirigimos ya al famoso desfiladero de 500 m de longitud que nos recibe con los saltos del Purón en un ambiente fresco, musgoso, con hayas, bojes y arces.
A la par que disfrutamos de esta garganta llegamos a unas escaleras que nos permiten bajar a una bonita poza y un pequeño salto de agua donde las fotografías salen solas.
De vuelta a la senda proseguimos por el desfiladero por tramos de pasarelas y puentes hasta salir a la luz, camino ya de Herrán, bajo las estribaciones calcáreas de Vallegrull y de la Sierra de Artzena.
Al de unos minutos vemos ya la famosa cascada de El Chorro del río Purón, que inmortalizamos con el móvil.
Proseguimos en descenso camino de Herrán por una senda luminosa que nos lleva hasta una desviación a la cercana ermita de San Felices y San Roque (siglo IX), protegida bajo un peñasco y ubicada ya en el burgalés Parque Natural de los Montes Obarenes.
Tras visitarla volvemos al camino y llegamos rápidamente al pueblo de Herrán (Burgos), bien cuidado y coronado por la iglesia de Santa Águeda.
Después de curiosear por sus calles, iniciamos la vuelta por la misma ruta y de nuevo en la Lalastra aprovechamos para visitar el Centro de Interpretación Rural, que mediante paneles y expositores nos explican antiguas labores y formas de vida de las gentes del lugar.
Para concluir esta gozosa caminata, podéis reponer fuerzas y líquidos en Valderejoko Etxea, ubicado en la plaza. ¡On egin!