Ruta circular desde Salinas de Añana al lago Caicedo-Yuso y la Peña de la Uña (812 m)

Longitud: 12 km Tiempo: 2h 50 min Dificultad: media Desnivel: 240 m (datos para ida y vuelta)

El texto de esta ruta, con ligeras modificaciones, es el que utilicé en mi libro “Rutas botánicas por parajes de ensueño”, Ed. Sua 2017

Paisaje florido de Salinas de Añana
Salinas de Añana con la aulaga florecida en primer plano

Las tierras de Salinas de Añana son un territorio geobotánico excepcional, surgido de movimientos geológicos lentos pero tozudamente persistentes que impulsaron hacia la superficie una mezcla de rocas volcánicas y sal. Este fenómeno, llamado diapirismo, originó una enorme hondonada donde se formaron las conocidas salinas y el lago de Caicedo-Yuso. En esta ruta caminaremos por esos parajes singulares, también incluidos en la red mundial de humedales Ramsar, indicativo del excepcional valor ecológico que poseen.

La marcha comienza en la parte trasera de la Iglesia de Santa María de Añana, donde un cartel indica la Senda del Lago y Peña de la Uña (SL-A 35), balizada con marcas blancas y verdes. Desciendo al arroyo salado de La Muera y me fijo en unas algas verdes con costras de sal capaces de vivir en ese hábitat salino.

Continúo por una pista hormigonada en cuya ladera se ven yesos y ofitas, unas rocas volcánicas de color oscuro testigos de una erupción de hace más de 200 millones de años.

Es época de tomillos (Thymus vulgaris) y de aulagas (Genista scorpius), que crecen a placer en las laderas soleadas. A la par voy viendo las salinas que ya se van cubriendo de sal.

Flores rosáceas del tomillo en un prado
Tomillo en flor

Más adelante la senda se hace herbosa y me depara una sorpresa: la flor de abeja amarilla (Ophrys lutea), de cuyo fascinante grupo escribiré dentro de poco.

Detalle de la flor de la orquídea llamada flor de abeja amarilla
La orquídea silvestre Ophrys lutea

Tras un giro a la derecha bien balizado confluyo con una pista agrícola que utilizaré también a la vuelta pero en sentido descendente. Yo prosigo hacia la derecha entre arbustos florecidos de la morrionera (Viburnum lantana) y multitud de flores que no puedo describir por falta de espacio.

La morrionera con sus flores blancas
Morrionera en flor, un arbusto abundante de Valdegovía
El lago de Arreo rodeado de girasoles
Lago de Caicedo-Yuso o Arreo

Medio kilómetro más allá dejo la pista para tomar un sendero que surge a la izquierda y que me conduce casi a la altura de un panel informativo de la fauna del lago Caicedo-Yuso e inicio del sendero que lo rodea. Siguiendo las marcas, penetro en el quejigal-carrascal y pronto veo la laguna; disfruto de su visión y prosigo la marcha. Y de nuevo otra sorpresa en el camino: Limodorum abortivum, una orquídea de tonos azulados que carece de clorofila y que por lo visto se asocia con hongos para alimentarse, una estrategia poco habitual, hay que reconocer.

La orquídea de color azulado llamada Limodorum abortivum
La orquídea Limodorum abortivum

Termino de bordear el lago y me acerco a su orilla a curiosear. Ahí, sobre un junco, una ranita de San Antonio (Hyla molleri) toma el sol plácidamente. Cómo no, le dedico una buena sesión fotográfica y sigo mi camino hasta la carretera que une los pueblos de Arreo y Caicedo de Yuso.

La ranita de San Antonio de color verde en un junco
Ranita de San Antonio

La sigo en dirección izquierda y al de pocos metros una señal me indica el ascenso a La Peña de La Uña (812 m), que alcanzo en 25 minutos. La vista se extiende por decenas de kilómetros de paisaje repleto de cultivos verdes de cereal y parcelas amarillas de colza.

Paisaje de cultivos vistos desde la Peña de la Uña
Vistasá desde La Peña de La Uña

Desciendo por el mismo camino hasta la carretera y continúo dirección al pueblo de Arreo hasta dar con la ermita de Nuestra Señora del Lago, agradable lugar de descanso y que además cuenta con una bonita leyenda que puedes leer aquí.

Veo también que en la parte inferior hay una excavación arqueológica de una antigua aldea medieval llamada Lagus o Lagos. Unos paneles explican su origen y estructura que puedes ver en el enlace anterior.

Tras el descanso vuelvo a la carretera y tomo de frente la pista, que me devuelve al sendero que he utilizado en el ascenso. Lo sigo pero al llegar al primer cruce de la subida, ahora continúo por la pista agraria que me ofrece una excelente vista de las salinas.

La orquídea silvestre Orchis purpurea
La orquídea silvestre Orchis purpurea

En suave descenso con los bordes del camino adornados con la exuberante orquídea Orchis purpurea voy llegando a Salinas de Añana pero antes de volver al punto de inicio, giro a la izquierda para visitar el monasterio de San Juan de Acre y su patio donde lucen varias cruces de Malta. Sus monjas de clausura venden velas olorosas, miel y galletas de 8 puntas que hacen referencia a su origen, la cruz de la orden de Malta.

Tras finalizar la ruta visito el Centro de Interpretación de la Sal y me llevo un paquete de escamas para condimentar la comida familiar que me espera.

Mapa de la ruta
Libro sobre rutas botánicas que publiqué en 2017

Nombres en euskera de las especies mencionadas:

Tomillo: ezkaia / Aulaga: elorri-triska / Morrionera: andura / Ranita de San Antonio: zuhaitz-igel arrunta.

Humedales, frágiles refugios de biodiversidad

Hoy, 2 de febrero, se celebra el Día Mundial de los Humedales, uno de los ecosistemas más frágiles y amenazados por la actividad humana.

Lago de Caicedo-Yuso rodeado por un bosque de encinas y por una campa de girasoles
Lago de Caicedo-Yuso, humedal incluido en el Convenio Ramsar

Los humedales son áreas cubiertas por agua dulce, salada o salobre, bien de manera permanente o temporal e incluye áreas muy extensas (línea de costa, arrecifes, marismas, grandes lagos…) pero también otras más reducidas, como pequeñas lagunas, turberas o embalses artificiales.

Son ecosistemas fundamentales por muchos motivos: regulan el clima, frenan las aguas torrenciales evitando catástrofes, proveen de agua potable, industrial y de regadío, algunos son importantes lugares de ocio y por supuesto acogen a una enorme diversidad de especies que encuentran en ellos refugio y alimento.

Balsas cubiertas de sal en las salinas de Añana
Eras cubiertas de sal en Gesaltza-Añana

Dado que sufren innumerables agresiones y con el fin de protegerlos, el 2 de febrero de 1972 se firmó el Convenio de Ramsar (ciudad iraní), que en la actualidad está vigente en más de 160 países.

En la Cuadrilla de Añana tenemos un lugar Ramsar formado por dos entornos relacionados por su historia geológica, el lago de Caicedo-Yuso (el único lago natural de la CAPV) y las salinas de Gesaltza- Añana. En los dos es protagonista el agua salada, cuyo origen se basa en una estructura geológica llamada diapiro y que explicaré en una futura entrada más específica.

Planta insectívora Drosera rotundifolia con hojas pegajosas para atrapar insectos
Atrapamoscas (Drosera rotundifolia), planta insectívora que habita en trampales de suelo silíceo (arenisca). Nograro

Caminar por esos enclaves es una delicia, especialmente en primavera, por la increíble variedad de flores silvestres que cubren los senderos (en esa época describiré una ruta botánica siguiendo la senda que une los dos humedales).

Libélula Libellula depressa, ejemplar macho de color azul posado en una rama
Individúo macho de libélula (Libellula depressa), habitual en charcas y embalses.

Si clicas aquí accederás a dos rutas, una corta llamada la Ruta Verde del Valle Salado, que bordea las salinas, y otra un poco más larga que continúa hasta el lago; ambas son adecuadas para niñas y niños. Y aquí tienes otra opción que añade a las anteriores el cómodo ascenso a la Peña la Uña (812 m). Y si quieres concertar una visita guiada por las salinas, algo inexcusable si te encuentras de turismo por la zona, aquí tienes el enlace apropiado.

Pinguicula grandiflora en flor. Es una planta insectívora
Grasilla (Pinguicula grandiflora), planta insectívora que habita en trampales. Valderejo.

Pero también existen en nuestro valle muchos pequeños enclaves como arroyos, charcas, abrevaderos y trampales (lugares empapados y cubiertos de musgos) que merecen nuestra atención y cuidado a pesar de su humilde tamaño, pues ofrecen cobijo a plantas y animales poco habituales que podrían desaparecer si su hábitat se altera.

Alga unicelular Micrasterias spp. Mostrando sus cloroplastos
Micrasterias spp., alga microscópica que vive en agua dulce. Los gránulos verdes son los cloroplastos. Imagen obtenida con microscopio (200x)

Las fotografías que se incluyen en esta entrada muestran algunas de esas especies. ¡Espero que las disfrutéis en vuestros paseos!

Hierba algodonera con sus flores blancas (Eriophorum angustifolium)
Hierba algodonera (Eriophorum angustifolium), planta que habita en turberas y trampales. Valderejo.
Flores de color rosa de la orquídea silvestre Dactylorhiza maculata
Dactylorhiza maculata, una orquídea silvestre que vive en turberas y trampales. Valderejo.

P.D.:

En la siguiente entrada comentaré el curioso caso de Artemia parthenogenetica, un pequeño crustáceo que vive en la salmuera de las salinas y que lleva una forma de vida realmente sorprendente.