Mis libros

En esta sección iré hablando de libros que bajo la categoría de nature writing o escritura sobre naturaleza describen el estilo de vida de personas que han optado por habitar en entornos naturales alejados de la comodidad urbana.

Un senderista descansa tumbado en una campa con árboles
Lectura y descanso en La Granja. Bóveda

Son formas de vida no sencillas pero que transmiten una pasión que por momentos se hace envidiable. Por supuesto, hay que tener un carácter y una fortaleza especial, virtudes que no tengo, pero les agradezco sus testimonios, que me reconfortan cuando les leo sentado junto a la chimenea en las oscuras tardes de invierno (por cierto, creo que en este valle de Gaubea – Valdegovía hay personas que viven así, conectadas con la naturaleza y con una determinación admirable. Sería fantástico que escribieran sus vivencias).

Comienzo con un ensayo que ha obtenido unas críticas fabulosas y que describo a continuación.

1.- El gran libro de la madera. Una vida en los bosques. Lars Mytting. Editorial Alfaguara 2016. 192 páginas.

La prosa, alejada de tecnicismos, es concreta, práctica pero delicada a la vez cuando se trata de transmitir los testimonios de las personas con las que habla.

Los capítulos hablan de los tipos de árboles y su leña, de las motosierras y otras herramientas, de la forma de rajar la leña, de apilalarla (¡ vaya artistas son los nórdicos plegando leña!) y de encenderla.

Si, como yo, eres de los que calienta su casa con la leña que has partido, creo que este libro te gustará, suponiendo que no lo hayas leído ya.

2.- La montaña viva. Nan Shepherd. Ed Errata Naturae 2019. 191 páginas.

Un libro clásico dentro del género nature writing que gustará especialmente a aquellos montañeros, escaladores y aventureros de territorios solitarios en los que alcanzar la cima no es lo principal, sino las emociones que despierta el ascenso, la conexión con una naturaleza caprichosa que puede acercarte al peligro o a la felicidad.

En este emotivo relato describe los tonos del agua de los lagos glaciares, la textura del granito, las formas caprichosas del hielo, la testarudez de brezos y saxífragas junto a la perdiz nival y a la liebre de montaña para resistir en el invierno infernal. No es, pues, un libro de rutas sino de vivencias, algo que los naturalistas vivimos, sentimos, aunque sea sin tanta osadía, cuando caminamos por la Naturaleza.

En un pasaje en el que se encuentra tendida sobre una meseta de granito escribe : “…debajo de mí, el núcleo de fuego desde el que se expulsó esta masa, chirriante y gruñona, de roca plutónica; por encima, el aire azul; y entre el fuego de la roca y el fuego del sol… musgo, tierra, flor y árbol, insecto, ave y bestia, viento, lluvia y nieve: la montaña total”. ¡ Qué naturalista no firmaría estas palabras!

3.- Un año en los bosques. Sue Hubbell. Ed Errata Naturae 2016. 300 páginas.

Este libro lo he comentado en la entrada del blog titulada “Sue Hubbell, una mujer empoderada en las Montañas Ozarks y que puedes ver aquí

4.- Diario de Oaxaca. Oliver Sacks. Editorial Anagrama 2017. 184 páginas

Si te gustan los helechos, este es un buen libro y si no te has fijado demasiado en ellos pero quieres disfrutar de la escritura y del vasto conocimiento de Oliver Sacks, también.

Oliver Sacks (Reino Unido 1933-2015) fué un conocido neurólogo y escritor que además de tratar determinados trastornos mentales divulgó de manera exitosa mucha ciencia relacionada con su especialidad. Libros como Despertares, del que se hizo la película homónima o Un antropólogo en Marte (los casos que relata sobre el cirujano que padecía el síndrome de Tourette o el autismo de una profesora de zoología me fascinaron) se leen con voracidad.

Pero, oh sorpresa, Oliver Sacks era también un apasionado de los helechos y escribió este libro con estructura de diario en el que relata un viaje realizado a Oaxaca (México) en el año 2000 con un grupo variopinto de botánicos y naturalistas, a cual más extravagante y entrañable.

Sacks no se limita a describir los exuberantes helechos tropicales o los de montaña, sino que va más allá y se sumerge en toda una cultura, la zapoteca, y sus descendientes actuales. Todo le interesa: los mercados con sus gentes, la enorme variedad de especias y hortalizas, el origen de drogas chamánicas como el peyote o la ayahuasca… Escribe sobre la colonización española (a la que critica sin ambages) y de sus terribles consecuencias para la cultura zapoteca pues supuso para aquel pueblo la esclavitud, la muerte por enfermedades allí desconocidas y en general, el genocidio.

Sus explicaciones sobre productos cotidianos que provienen de allí son muy interesantes: el caucho, el cacao, el maíz, el tomate, y cómo no, el tabaco (fantástica la anécdota sobre el conquistador Rodrigo de Jerez que trajo por primera vez hojas de tabaco a Europa en 1493 y tras fumarlas fué condenado a 7 años de cárcel por satánico; así se las traía la Inquisición).

En definitiva, un libro recomendable que bucea en la cultura y la naturaleza de Oaxaca y que se lee con placentera rapidez.

5.- Invierno. Rick Bass. Ed Errata Naturae 2018. 224 páginas.

Otro gran título del nature writing escrito por el geólogo y escritor Rick Bass (Texas 1958), quien junto con entonces su pareja y artista Elizabeth Hughes decidió irse a vivir casi en soledad a un rancho en el Valle Yaak en Montana.

El deseo de Bass (yo diría que anhelo), además de vivir rodeado de una naturaleza salvaje y tener poco contacto con los humanos, era sobre todo pasar un duro invierno rodeado de nieve, sin electricidad y calentado únicamente por el fuego de una chimenea.

Largas caminatas por bosques y cimas, encuentros con lobos, coyotes, osos, pumas… y obsesivas jornadas de motosierra para conseguir la leña que le permitiría sobrevivir a temperaturas bajo cero infernales a la par que en un invernadero se dedicaba a escribir y describir la belleza de un territorio casi indómito para periódicos y revistas.

Los que amáis los paseos por sendas y montañas para después reconfortaros junto a un fuego de leña, sobre todo cuando nieva, disfrutaréis de Invierno. No os lo perdáis.