Los nombres científicos de los seres vivos

Aunque muchos lo sepáis, no está de más recordar cómo se denominan científicamente las especies de animales, plantas, hongos y demás (yo utilizaré esa terminología para identificar mis entradas). Para ello se utilizan dos palabras latinas escritas en letra cursiva: la primera es el género, cuya primera letra va en mayúscula; la segunda indica la especie concreta dentro de ese género, y se escribe en minúscula. Así, por ejemplo, Rosa canina y Rosa pendulina hacen referencia a dos especies de rosas de un mismo grupo (género: Rosa). Esos nombres son internacionales y evitan las confusiones que surgen de los nombres populares y de los idiomas. En el caso anterior seguramente diríamos que hemos visto rosas silvestres, sin matizar.

Cuando se sabe el género pero no la especie, se suele indicar así: Rosa spp., terminado en punto. Eso significa que sabemos que siendo una rosa no sabemos de qué especie se trata, algo muy habitual cuando no se es especialista en esa rama (yo recurriré a menudo a ese recurso).

También suele mencionarse a menudo la familia a la que pertenece una planta. Una familia puede incluir muchos géneros y especies. En ese caso el nombre castellanizado suele terminar en -ácea (geraniáceas, rosáceas…). En las fotografías superiores aparecen dos plantas que pertenecen a la misma familia, las orquidáceas, pero cada una de ellas es de un género diferente.