Ruta circular desde Valluerca hasta la Risca de San Pedro (979 m)

Longitud: 8 km Tiempo total: 2h 15 min Dificultad: fácil Desnivel: 216 m

El límite entre los pueblos de Valdegovía y el valle de Losa está marcado por la sierra de La Risca, y todos los pueblos situados en su ladera norte tienen caminos agradables que conducen a sus modestas cimas.

Paisaje con el pueblo de Valluerca y el cielo azul
Valluerca

Además, los numerosos caminos forestales que existen permiten hacer conexiones entre ellos con múltiples combinaciones senderistas (ayuda mucho también que dichas pistas sean muy visibles en Google Maps u otras app similares).

Esta vez ascenderemos desde Valluerca hasta el pico La Risca de San Pedro, para lo que dejamos el vehículo en la fuente y lavadero del pueblo, ubicadas en la parte baja del mismo. Entre el muro de una huerta y el lavadero, una pista parte hacia la sierra; tras atravesar una barrera metalica, giramos a la izquierda, pasamos por encima de un arroyo y comenzamos a ascender.

En las laderas clareadas muchas plantas aprovechan la luz de mayo para florecer, como la espinosa aulaga (Genista scoparius), Coronilla minima, Spiraea hypericifolia de la familia de las rosas, Thalictrum tuberosum y la globularia (Globularia vulgaris) que aparecerá en abundancia en varios tramos de la ruta.

Varias flores blancas de la especie Thalictrum tuberosum
Thalictrum tuberosum y sus esbeltas flores
Spiraea hypericifolia con sus flores blancas
El durillo negro en flor (Spiraea hypericifolia)

La senda discurre entre pinos y encinas, con quejigos y enebros acompañantes. En algunas zonas del camino jóvenes pinos crecen en la mitad de la senda mostrando así su capacidad colonizadora.

Más arriba el bosque se aclara y vemos ya a nuestra espalda la Sierra de Bóveda con el monte Recuenco (1.217 m) a la derecha.

Flores de la globularia de color morado
Globularias en flor

Caminando ya junto a los pastizales podemos ver una buena población del tablero de damas (Fritillaria pyrenaica), que sólo crece en la región cantábrico-pirenaica ( es decir, es un endemismo). También podemos ver una orquídea con tonos vainilla, Dactylorhiza insularis, no del todo habitual (si queréis ver flora, hay que dejar los caminos y curiosear por las campas!).

Varias flores del tablero de damas contra el cielo azul
Flores del tablero de damas. Es un endemismo de la región cantábrica-pirenaica
Dactylorhiza insularis, una orquídea de color amarillo contra el cielo azul
La delicada orquídea Dactylorhiza insularis

Poco después llegamos al monte Corona (965 m), una loma señalada con un montículo de piedras y me quedo pasmado con la increíble cantidad de una orquídea silvestre, Orchis champagneuxii. Como creo que lo merece, le hago un pequeño vídeo y continúo pendiente abajo hasta dar con una zona donde confluyen varias pistas, llamada por la gente del lugar El Jugadero, con una alambrada que me imagino separa las tierras de Quintanilla y Valluerca.

Abundante población de la orquídea Orchis champagneuxii en el monte Corona

Seguimos rectos por la pista que va hacia el norte y paralelos a la alambrada. Poco después, junto al corte con el valle de Losa, el camino gira 90º y continuamos hasta encontrar una bifurcación (el camino de la derecha será el de descenso). Es el momento de dejar la pista y dirigirnos campo a través a la cercana cumbre de La Risca de San Pedro donde hay un buzón del grupo Baskonia Mendi Taldea y un vértice geodésico.

Vistas del Valle de Losa desde la Risca de San Pedro

Las vistas son agradables: campos verdes y de colza junto con pequeños pueblos como Fresno de Losa y Villalambrús.

Tras disfrutar del descanso, retrocedemos hasta la bifurcación anterior y ahora elegimos el camino de nuestra derecha que en claro descenso nos llevará a la parte baja de la ladera.

Allí confluimos con el riachuelo del inicio, llamado arroyo del Valle, que tiene el típico cauce calcáreo con pequeños saltos de agua muy limpia.

Y así, con esa calma que invade el lugar, llegamos de nuevo al lavadero y su bonita fuente anexa, donde podemos hidratarnos con fundamento.

Dos fuentes con forma de animal en el pueblo de Valluerca
Fuente de Valluerca
Mapa de la ruta

Nota: hice esta ruta hace 15 días y es posible que en este tiempo algunas plantas aquí descritas hayan perdido la flor. Por otra parte, he decidido omitir un buen número de especies floridas (¡es increíble la variedad floral en el mes de mayo!) para no recargar en exceso el texto.

Ruta circular desde Salinas de Añana al lago Caicedo-Yuso y la Peña de la Uña (812 m)

Longitud: 12 km Tiempo: 2h 50 min Dificultad: media Desnivel: 240 m (datos para ida y vuelta)

El texto de esta ruta, con ligeras modificaciones, es el que utilicé en mi libro “Rutas botánicas por parajes de ensueño”, Ed. Sua 2017

Paisaje florido de Salinas de Añana
Salinas de Añana con la aulaga florecida en primer plano

Las tierras de Salinas de Añana son un territorio geobotánico excepcional, surgido de movimientos geológicos lentos pero tozudamente persistentes que impulsaron hacia la superficie una mezcla de rocas volcánicas y sal. Este fenómeno, llamado diapirismo, originó una enorme hondonada donde se formaron las conocidas salinas y el lago de Caicedo-Yuso. En esta ruta caminaremos por esos parajes singulares, también incluidos en la red mundial de humedales Ramsar, indicativo del excepcional valor ecológico que poseen.

La marcha comienza en la parte trasera de la Iglesia de Santa María de Añana, donde un cartel indica la Senda del Lago y Peña de la Uña (SL-A 35), balizada con marcas blancas y verdes. Desciendo al arroyo salado de La Muera y me fijo en unas algas verdes con costras de sal capaces de vivir en ese hábitat salino.

Continúo por una pista hormigonada en cuya ladera se ven yesos y ofitas, unas rocas volcánicas de color oscuro testigos de una erupción de hace más de 200 millones de años.

Es época de tomillos (Thymus vulgaris) y de aulagas (Genista scorpius), que crecen a placer en las laderas soleadas. A la par voy viendo las salinas que ya se van cubriendo de sal.

Flores rosáceas del tomillo en un prado
Tomillo en flor

Más adelante la senda se hace herbosa y me depara una sorpresa: la flor de abeja amarilla (Ophrys lutea), de cuyo fascinante grupo escribiré dentro de poco.

Detalle de la flor de la orquídea llamada flor de abeja amarilla
La orquídea silvestre Ophrys lutea

Tras un giro a la derecha bien balizado confluyo con una pista agrícola que utilizaré también a la vuelta pero en sentido descendente. Yo prosigo hacia la derecha entre arbustos florecidos de la morrionera (Viburnum lantana) y multitud de flores que no puedo describir por falta de espacio.

La morrionera con sus flores blancas
Morrionera en flor, un arbusto abundante de Valdegovía
El lago de Arreo rodeado de girasoles
Lago de Caicedo-Yuso o Arreo

Medio kilómetro más allá dejo la pista para tomar un sendero que surge a la izquierda y que me conduce casi a la altura de un panel informativo de la fauna del lago Caicedo-Yuso e inicio del sendero que lo rodea. Siguiendo las marcas, penetro en el quejigal-carrascal y pronto veo la laguna; disfruto de su visión y prosigo la marcha. Y de nuevo otra sorpresa en el camino: Limodorum abortivum, una orquídea de tonos azulados que carece de clorofila y que por lo visto se asocia con hongos para alimentarse, una estrategia poco habitual, hay que reconocer.

La orquídea de color azulado llamada Limodorum abortivum
La orquídea Limodorum abortivum

Termino de bordear el lago y me acerco a su orilla a curiosear. Ahí, sobre un junco, una ranita de San Antonio (Hyla molleri) toma el sol plácidamente. Cómo no, le dedico una buena sesión fotográfica y sigo mi camino hasta la carretera que une los pueblos de Arreo y Caicedo de Yuso.

La ranita de San Antonio de color verde en un junco
Ranita de San Antonio

La sigo en dirección izquierda y al de pocos metros una señal me indica el ascenso a La Peña de La Uña (812 m), que alcanzo en 25 minutos. La vista se extiende por decenas de kilómetros de paisaje repleto de cultivos verdes de cereal y parcelas amarillas de colza.

Paisaje de cultivos vistos desde la Peña de la Uña
Vistasá desde La Peña de La Uña

Desciendo por el mismo camino hasta la carretera y continúo dirección al pueblo de Arreo hasta dar con la ermita de Nuestra Señora del Lago, agradable lugar de descanso y que además cuenta con una bonita leyenda que puedes leer aquí.

Veo también que en la parte inferior hay una excavación arqueológica de una antigua aldea medieval llamada Lagus o Lagos. Unos paneles explican su origen y estructura que puedes ver en el enlace anterior.

Tras el descanso vuelvo a la carretera y tomo de frente la pista, que me devuelve al sendero que he utilizado en el ascenso. Lo sigo pero al llegar al primer cruce de la subida, ahora continúo por la pista agraria que me ofrece una excelente vista de las salinas.

La orquídea silvestre Orchis purpurea
La orquídea silvestre Orchis purpurea

En suave descenso con los bordes del camino adornados con la exuberante orquídea Orchis purpurea voy llegando a Salinas de Añana pero antes de volver al punto de inicio, giro a la izquierda para visitar el monasterio de San Juan de Acre y su patio donde lucen varias cruces de Malta. Sus monjas de clausura venden velas olorosas, miel y galletas de 8 puntas que hacen referencia a su origen, la cruz de la orden de Malta.

Tras finalizar la ruta visito el Centro de Interpretación de la Sal y me llevo un paquete de escamas para condimentar la comida familiar que me espera.

Mapa de la ruta
Libro sobre rutas botánicas que publiqué en 2017

Nombres en euskera de las especies mencionadas:

Tomillo: ezkaia / Aulaga: elorri-triska / Morrionera: andura / Ranita de San Antonio: zuhaitz-igel arrunta.

Ruta circular desde Basabe hasta Peña Hozalla (966 m)

Nota: Google Maps tiene marcado el aerogenerador de Hozalla, parte del recorrido, por lo que esta ruta es sencilla de seguir con un teléfono móvil.

Longitud: 8 km. Tiempo: 2 h. Pendiente: moderada. Desnivel: 288 m. Dificultad: fácil

El pueblo de Basabe y al fondo la sierra de Artzena
Pueblo de Basabe

Esta agradable ruta tiene un aliciente para niños y niñas: la posibilidad de observar con facilidad fósiles de erizos de mar (género Micraster), habituales en algunas zonas del sendero. Por lo demás, las vistas del valle de Losa (Burgos) que ofrece el Pico Hozalla son una gozada, más ahora que los campos de colza se tiñen de amarillo.

Iniciamos la ruta en el pequeño pueblo de Basabe (Gaubea – Valdegovía) y nos dirigimos por la derecha de la iglesia de El Salvador para seguir una pista agrícola que asciende hacia el cementerio y continúa por terreno despejado. En las campas ya han florecido la Potentilla neumanniana y la aulaga o elorri-triska en euskera (Genista scorpius) que con su nombre latino ya advierte de sus afiladas espinas.

A nuestra espalda, Basabe y la Sierra de Artzena al fondo parecen una postal.

La ruta, de poca pendiente, prosigue sin sobresaltos, alternando zonas de encinar y pinar con otras clareadas, en las que abundan los enebros. Además, veréis que la pista tiene muchas piedras sueltas y entre ellas es fácil encontrar el fósil Plagiostoma hoperi, un molusco bivalvo semejante a una gran almeja que vivió hace unos 85 millones de años, y erizos de mar del género Micraster, ambos de cuando Araba / Álava estaba sumergida en un antiguo mar.

El fósil de una especie de almeja de la especie Plagiostoma hoperi
Fósil de Plagiostoma hoperi. Cretácico superior, 85 millones de años aproximadamente
Fósil de un erizo de mar del género Micraster
Fósil de un erizo de mar del género Micraster. Cretácico superior, 85 millones de años aproximadamente

Poco después debemos atravesar un paso de alambrada situado a nuestra derecha. El nuevo camino se bifurca de nuevo y tomamos el de la derecha, que se interna en el bosque. Tras un cómodo llaneo llegamos al collado de Hozalla (910 m) donde se encuentra una estructura curiosa, un aerogenerador para la producción de energía eléctrica.

Aerogenerador de traslación
Aerogenerador en el collado de Hozalla. A la derecha se ve el saliente rocoso que hay que alcanzar para seguir hasta Peña Hozalla

Mirando hacia el valle de Losa, a nuestra derecha (O) se ven los contrafuertes boscosos del monte Risca (1008 m), y a la izquierda (NE), los de nuestro objetivo, el Pico Hozalla.

Para dirigirnos a él ascendemos por la ladera hacia el corte rocoso que separa las tierras de Valdegovía y Losa. No hay sendero marcado pero se intuye y rápidamente nos asomamos al barranco con unas bonitas vistas del pueblo de Hozalla a nuestros pies y sobre él el monte Risca.

Guillomo en flor. Es un arbusto de flores blancas
Guillomo en flor (Amelanchier ovalis; euskera, arangurbea). Es un arbusto típico de cornisas y zonas pedregosas calcáreas en Gaubea.

A partir de ahora se trata de avanzar fácilmente paralelos al corte hasta dar con la cima del Pico Hozalla. La vista es espectacular, con los campos de cultivo verdes y amarillos y pequeños pueblos inmersos entre ellos, como el de Mambliga de Losa a nuestros pies.

Una persona sentada en el monte Hozalla observa con prismáticos el paisaje
Pico Hozalla y el pueblo Mambliga de Losa
Panorámica desde el Pico Hozalla. A la izquierda Mambliga de Losa, a la derecha, el pueblo de Hozalla y monte Risca.

Veréis que junto a la cima hemos confluido con una pista que asciende desde el sur y que nos servirá para volver cómodamente a Basabe.

La tomamos y al de 500 m de descenso seguimos rectos en un cruce y 600 m más allá, podemos atravesar una alambrada por la izquierda cuyo camino nos devuelve al primer paso atravesado en el ascenso (siguiendo Google Maps veréis que hay otras opciones muy parecidas). Solo resta volver a Basabe por el camino de subida.

Mapa de la ruta
Mapa de la ruta

Para finalizar menciono algunas plantas que aparecen continuamente en este y otros recorridos primaverales y que ya he comentado en otras entradas: hepática (Anemone hepatica), eléboro verde y eléboro fétido (Helleborus viridis, H. foetidus), primavera (Primula veris).

Anotación: la identificación y datación de los fósiles de mi blog ha sido realizada por Carmelo Corral, paleontólogo y conservador de las colecciones de paleontología del Arabako Natur Zientzien Museoa / Museo de Ciencias Naturales de Álava.